Estimado compañero “Básico2”.
Magnífica exposición que disecciona, casi a la perfección, porque estamos donde estamos y lo que nos espera... salvo que alguien lo revierta.
Permíteme que, en la alícuota parte que me toca, explique por qué creo que el foro va decayendo o al menos por qué antiguos foreros van abandonado la primera línea.
Se hace difícil constatar la poca unidad de nuestra escala (cainita muchas veces, demasiadas veces creo yo). Difícil seguir sacrificando horas de familia, descanso u ocio cuando los verdaderos afectados simplemente pasan.
Una simple afiliación básica, que ni cubre gastos a la asociación; menos de lo que cuesta un café mensual durante un año y ni aun así hay altas masivas. Se dirá, con acierto, que con todo y con eso, somos la asociación que más porcentaje de socios tiene. Es cierto, pero un escaso 20% de afiliados, de todos los posibles, a mí al menos, me parece un bagaje paupérrimo. Casi 4.000 socios somos demasiado pocos para los más de 25.000 posibles. ¿Si los afectados no luchan por su presente, por su futuro, como se nos va a exigir a los que ya no nos afecta?
Todo el mundo sabe a estas alturas, que desde siempre a políticos y generales lo primero, o lo único, vaya Vd a saber, que les importaba era ¿Cuántos son Vds? Pues sabiéndolo, hago lo poco que está en mi mano, seguir afiliado con cuota integral. ¿Es qué voy a necesitar seguro de bajas por enfermedad? ¿Es que voy a tener que recurrir algún arresto? Pues hay compañeros que al pasar a la reserva sencillamente solicitan la baja (me da mucha pena). Con ese panorama no se me pida más esfuerzo. Son de admirar lo que aún con todo y con eso, siguen en primera línea POR CONVICCIÓN, sin pedir nada y sin conseguir nada para ellos. Siguen quitando horas al descanso y a la familia ¡¡Lamentablemente se demuestra que no todos somos así!! Mi admiración hacia ellos por esa actitud.
El foro fue un referente, sin duda; leído por la cúpula militar y civil, nos consta a todos… pero no puede servir para poner trabas a nuestra asociación profesional. Si no sirve a los fines fundacionales, es mejor cerrarlo o al menos no colaborar con el “enemigo”. Se dirá, puede que con acierto, que quienes más han servido a esos intereses espurios, no eran suboficiales y/o que venían a este foro a conseguir intrigar e introducir disensos entre nosotros. Es verdad, puede ser, pero la realidad es que, en algún momento del pasado reciente, el foro no solo no ayudaba, sino todo lo contrario. Lo sé, es lo que tiene la libertad de expresión que se puede respirar por aquí… pero si no queremos colaborar, más todavía, con nuestros “enemigos”, un paso atrás a tiempo a veces es la mejor opción, la única opción antes de cerrarlo.
Acepto que alguien diga que, al final, todo son excusas; puede ser, ya no lo tengo claro… La decepción con la mayoría de la Escala (los más de 20.000 que todavía no son socios), es demasiado grande.
No hay una asociación que trabaje más y mejor que la nuestra. La que más y mejores argumentos expone; la que más y mejores artículos y propuestas hace (están expuestas en al web). Reconocido por todos y cada uno de los Generales y políticos que han leído o escuchado nuestros argumentos. Asociación que ha sido echada en falta, no sabéis cuanto, cuando por razones claras y diáfanas, abandonó el Consejo. Asociación a la que se le ha pedido que volviese desde todos los estamentos (solo hay que leer las propuestas realizadas cuando no estaba en el Consejo). La asociación que más y mejores servicios presta a sus asociados. Que no le han dolido prendas para cambiar cuando ha creído que los profesionales contratados a nuestro servicio no han cumplido su parte. Demuestra cada día que sirve solo y exclusivamente a sus socios, a la Escala a la que hemos pertenecido toda nuestra vida profesional y con todo y con eso, más de 20.000 ¿compañeros? insolidarios donde los haya, miran para otro lado. No están en ninguna asociación y eso es lamentable.
Estas y no otras, son las razones, argumentos o excusas, como Vd quieran, que hace que a alguno nos cueste seguir en primera fila, desollándote las manos de tirar de una cuerda de la que tiran demasiado pocos (cuando no, incluso, en contra).