Abundando un poco en eso de la "movilidad geográfica" (queda hasta bonito), en términos generales las soluciones se suelen consultar al viejo en infalible MAESTRO ARMERO. La única pega es que tan elogiable oficio ya hace décadas que dejó de existir.
Mi esposa era funcionaria de la Seguridad Social. Por aquellos tiempos, existía algo que se llamaba "derecho a consorte" (tambien llamado "concurrencia"): Te mandaban a la 5ª puñeta y mediante un escrito tu esposa solicitaba una plaza en algún hospital de tu nuevo destino y era admitido a trámite con una determinada prioridad. Eso aún existe... pero para el resto de funcionarios (los militares una vez mas mejorando). Hay sentencias del TS relativamente recientes:
http://contencioso.es/2009/04/07/para-el-tribunal-supremo-el-derecho-de-consorte-goza-de-buena-salud-como-criterio-preferente-para-la-adjudicacion-de-destinos-en-la-administracion/Que yo sepa, ni siquiera existe para el caso de que ambos cónyuges sean militares o del mismo ejército.
No obstante existe base en algunos artículos de nuestra constitución que hablan de la igualdad (y algún decreto que no recuerdo) que sirven de base al menos para "pelear" situaciones como esa.
Concrétamente hace no mucho me trasladé por enésima vez (fué la última), y mi esposa presentó un escrito en su trabajo solicitando una comisión de servicio a un hospital cercano al destino que me dieron.
Tardaron en dársela pero lo consiguió.
Ahora bien: Si se trata de profesiones liberales, la cosa está cruda.
En cuanto a los hijos, había (y hay) dos soluciones:
O te los echas en el equipaje y les sometes a un aprendizaje forzoso de todas las lenguas de este pais (gallego, valenciano, catalán, mallorquín etc.,) además de otras extranjeras de obligado cumplimiento, o te dejas a los niños con la mujer, o los abuelos o con quien puedas en donde puedan terminar en paz sus estudios.
Colegios existen en todas partes. La cuestión es que los niños se dan un baño de "filología nacional" del copón.
En cuanto a la vivienda, existe un invento que se llama "ayudas para vivienda" que está en torno a los 200 euros/mes durante un periódo de dos años siguientes a la toma de posesión de un nuevo destino. No sé si sigue en vigor tras el apriete de tuercas económico que existe. También se efectúa el traslado de mobiliario y enseres por cuenta del Estado (todo hay que decirlo).
En líneas generales, y a pesar de que el "maestro armero" colgó hace años el cartel de "NO HAY maestro armero", cada uno se busca la vida como mejor puede siempre con la espada de damocles sobre su cabeza pensando en cual vá a ser la penúltima "adaptación orgánica" o "movida de los cabezas pensantes".
Los primeros traslados me los tomé hasta "deportivamente". Los siguientes ya me empezaron a fastidiar y finalmente opté por solicitar destinos y hacer "mi plan" antes de que me viniese impuesto por otros.
Un saludo