Tengo el enorme placer de conocer a los compañeros que, con eficacia, esfuerzo personal y sin ninguna recompensa, más allá del placer del deber cumplido, dirigen ASFASPRO e intentan revertir la nefasta situación en la que se encuentra nuestra escala.
Aplaudo el debate de abandonar el COPERFAS. Si en algo sirve mi opinión, MI INCONDICIONAL APOYO a la decisión que toméis y mi voto para ABANDONAR A ESA PANDA DE…
Mi fe y confianza en quienes dirigen nuestra asociación, no es una fe ciega, es fruto del conocimiento de su enorme valía personal y profesional.
Comprendo que dedicarle las escasas horas disponibles, sustrayéndoselas a familia, ocio y esparcimiento, para que, además, NO SIRVA ABSOLUTAMENTE PARA NADA, tiene que tener un límite.
Es vergonzoso constatar como pormenorizados informes, irrefutables informes hasta el día de hoy, simplemente caen en el olvido y lo que es peor, aquellos que tenían el sagrado deber de velar por sus subordinados, balbucean estúpidas excusas que, si les fuesen dadas a ellos, serían motivo de arresto. ¡¡¡ Vergonzoso!!
No puedo olvidarme tampoco, de la indiferencia, cuando no la oposición, de nuestros propios compañeros. Entiendo perfectamente que se haya suscitado el debate y por eso apoyo el abandono de ese… “Otros nos defenderán”, allí habrá otras asociaciones que plantearán los que consideren.
Que los vergonzosos políticos que en la oposición exigían y demandaban al entonces gobierno, justas y factibles mejoras para nuestra escala, hoy se hayan olvidado de ellas, dice mucho de su forma de actuar y comprendo que así, en esas condiciones y con la total oposición de los Cuarteles Generales, no se puede trabajar.
Por todo ello y seguramente otros motivos más graves, tienen mi apoyo incondicional.
Diré más, les pido estudien y evalúen el llevar a la próxima asamblea la disolución de ASFASPRO.